jueves, 26 de enero de 2012

Poetas malditos: Paul Verlaine


Poeta francés. Considerado el maestro del decadentismo y principal precursor del simbolismo, es, en realidad, el único poeta francés que merece el epíteto de “impresionista” y, junto con Víctor Hugo, el mayor poeta lírico francés del s. XIX. En 1851 su familia se instaló en París, donde Verlaine trabajó como escribiente en el ayuntamiento.

Frecuentó los cafés y salones literarios parisinos, y en 1866 colaboró en el primer Parnaso contemporáneo publicando los "Poemas saturnianos", influenciados por Baudelaire, aunque ya anunciaban "El esfuerzo hacia la Expresión, hacia la Sensación devuelta". En 1870, se casó con Mathilde Mauté, a quien escribió "La buena canción".

Después de una crisis producida por el amor no correspondido que le inspiró su prima Élise Moncomble, halló una efímera estabilidad en su matrimonio con Mathilde Mauté.

Al año siguiente, la joven pareja empezó a vivir con los padres de Mathilde, fue entonces cuando Arthur Rimbaud aparece en su vida y la cambia completamente. Rimbaud se muda con ellos por invitación de Verlaine, el cual había descubierto el genio precoz del adolescente. Al poco tiempo ambos se hacen amantes y, después de que el comportamiento de Rimbaud escandalizara a los círculos literarios parisienses, Verlaine deja a su mujer y se va con el joven poeta a Londres y luego a Bélgica. Durante estos viajes, escribe una gran parte de la colección "Romanzas sin palabras" donde revela una nueva poética, basada en la música del verso y expresa su desgarramiento dividido entre Rimbaud y Mathilde con la cual inicia su etapa de madurez. En 1873, por consejo de su madre, Rimbaud decide terminar su relación amorosa con Verlaine, pero éste fuera de sí hiere de un tiro a Rimbaud y es condenado a dos años de prisión, que cumple en Bruselas y en Mons. Durante su estancia en la prisión elabora la base de un libro que no verá nunca la luz ("Carcelariamente"); y su esposa obtiene la separación.

En prisión se convirtió al catolicismo, en la madrugada, escribió, de una "mística noche". De esta conversión data probablemente el abandono de "Carcelariamente" y la idea de recopilar "Sabiduría", que formará parte, con "Antaño y hogaño" y "Paralelamente", de una gran antología.

Tras una última riña con Rimbaud en 1875 en Stuttgart, regresó a Gran Bretaña, donde se dedicó a la enseñanza hasta que regreso a Rethel donde siguió ejerciendo como profesor. En 1881 publicó "Cordura", poemario de inspiración religiosa, y en 1883, tras la muerte de Létinois (su alumno favorito), llevó en Coulommes una vida escandalosa. En esta época publico en la revista "Lutece" la primera serie de "Los poetas malditos" (donde dio a conocer a Rimbaud, Tristan Corbiére y Stéphane Mallarmé).  Junto con Mallarmé, es tratado como maestro y precursor por los poetas simbolistas y decadentistas. En 1884, publica “Antaño y hogaño”, que marca su vuelta a la vanguardia literaria, aunque el libro estuviera compuesto fundamentalmente por poemas anteriores a 1874.

Tras una nueva estancia en la cárcel por haber intentado estrangular a su madre hallándose bajo los efectos del alcohol, pasó a residir definitivamente en París (1885), donde fue a menudo hospitalizado. A partir de 1887, a medida que su fama crece, cae en la más negra de las miserias. Sus producciones literarias de esos años son puramente alimentarias. En esta época pasa el tiempo entre el café y el hospital. En sus últimos años fue elegido “Príncipe de los Poetas” (en 1894) y se le otorga una pensión. Prematuramente envejecido, muere en 1896 en París, a los 51 años. Al día siguiente de su entierro, varios paseantes cuentan un hecho curioso: la estatua de la Poesía, ubicada en la plaza de la Ópera, perdió un brazo, que se rompió junto con la lira que sujetaba, en el momento en que el coche fúnebre de Verlaine pasaba por allí.

“Llora en mi corazón
Como llueve sobre la ciudad;
¿Qué es esta languidez
Que penetra en mi corazón...”